«Déu camina amb el seu poble» és el lema de la Jornada Mundial del Migrant i del Refugiat 2024, que l’Església celebra el pròxim 29 de setembre. Els bisbes de …
«Déu camina amb el seu poble» és el lema de la Jornada Mundial del Migrant i del Refugiat 2024, que l’Església celebra el pròxim 29 de setembre. Els bisbes de la Subcomissió Episcopal per a les Migracions i Mobilitat Humana criden l’atenció en la necessitat de treballar per a crear comunitats acollidores i missioneres, a caminar junts i a aprofundir en aquesta missió de l’Església, en sintonia amb el missatge del papa Francesc.
Enguany, com a novetat per a aquesta Jornada, la Conferència Episcopal Espanyola estrena «Creuant Fronteres», un pòdcast, en quatre capítols, sobre com ha de ser avui l’acció de l’Església amb les persones migrades. Davant la realitat migratòria, una proposta per a promoure, acollir, protegir i integrar als migrants.
La base d’aquesta iniciativa és l’exhortació pastoral «Comunitats acollidores i missioneres. Identitat i marc de la pastoral amb migrants”. Cada episodi és una reflexió entorn d’aquest document desglossat en quatre temes: «Perquè som catòlics», «Primer conversió», «Una pastoral amb ells», i «Tu, Què pots fer?».
En comunión con el Papa, los obispos en su mensaje recuerdan que «Dios camina con Su pueblo» constatando el vínculo de amor y ternura que Dios establece con nosotros en cada momento de la historia. Nos invitan a profundizar en el don de la catolicidad y en la misión compartida reconociendo la aportación de las personas migradas y la riqueza de la diversidad. También nos invitan a conocer y profundizar en la reciente exhortación pastoral Comunidades acogedoras y misioneras. Identidad y marco de la pastoral con migrantes,que se ofrece como herramienta para establecer cauces y construir ese camino compartido en el que no podemos dejar a nadie atrás».
En este sentido, los obispos en esta Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado invitan a revisar cómo es nuestro camino, con quién caminamos o cómo nos relacionamos, para que aportemos a la sociedad la cultura de la vida, la dignidad humana y el bien común.
Al señalar que «somos conscientes de que la movilidad humana es una de las señas de identidad de nuestra época», su mensaje profundiza en la tradición bíblica y su visión dinámica de la historia humana como historia de salvación. Así, desde el principio de la creación hasta el final de la historia: «La misma Iglesia está fundada en Jesucristo y sus apóstoles y discípulos itinerantes, diversa y abierta al mestizaje. Jesús se identifica con todo hombre y mujer migrante, sobre todo con los más vulnerables y marginados, los primeros destinatarios de la buena noticia del Redentor», subrayan los prelados.
Por ello, constatan, que hoy, como ha sido siempre, seguimos al Señor Jesús en comunidad. «En comunidades pequeñas, territoriales o de referencia que conforman la misma Iglesia en todas partes. La catolicidad, que es una de las notas de la Iglesia, nos abre a la diversidad, al mestizaje que se ha hecho realidad en tantos momentos históricos y lugares, al encuentro de culturas, diversidad en armonía, unidad y no uniformidad. Nuestro tiempo lo pone cada vez más de manifiesto».
En su mensaje, destacan que «no podemos separar la vida de la fe; la práctica religiosa del actuar cotidiano; la luz del Evangelio de las tomas de decisión o posición política«. Además, invitan a «revisar nuestra actitud y comportamiento personal y social respecto a los migrantes y extranjeros. No hablemos sobre ellos, hablemos con ellos».
Finalmente, los obispos constatan «la enorme alegría de saber que Dios camina con Su pueblo, en descubrir que tiene un plan de fraternidad y en conocer cómo lo hace de desde la ternura, la misericordia y la confianza que deposita en cada una de sus criaturas».